Entrada picante ($25) teniendo en cuenta que no estabamos hablando de un Esperanto o INK pero accedimos sin chillar.
Una vez adentro, un mundo de gente (no muy joven) bailaba salsa, reggeaton, electrónica, y cualquier tipo de música que el DJ ponía. Como todas las veces que conocemos un nuevo boliche, lo primero que se nos ocurre hacer es acudir a la barra, sacarle una foto a los precios y pensar que podemos tomar. La trivialidad del tequila fue la elección tomada ya que los precios superaban ampliamente nuestras pretenciones básicas (speed con licor de melón $20).
Un buen rato estuvimos bailando, recorriendo las pistas, viendo la onda de la gente, pero lamentablemente no es lo que buscamos, si en 5 años volvemos, podríamos criticarlo mejor, hoy por hoy, solo es un buen lugar, gente de 25 años para arriba, música copada, alcohol caro... nosotros? seguimos de gira.
- Arquitectura: Muy lindo, vieja casona de la Habana muy bien ambientado
- Precios: La entrada es salada ($25) y los tragos oscilan en precios elevados
- Ubicación: Monserrat, pleno centro
- Comodidades: Mucha gente, cuesta caminar y bailar tranquilo
- Promedio de edad: 25 años para arriba
Como comodín les dejamos un max speed de nuestro querido vehículo el viernes a las 4.33am, disfrutenlo como nosotros
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